A bote pronto uno puede pensar que hacer fotografía callejera (street photography) es sencillo: te cuelgas una cámara al cuello y sales a la calle a dar un paseo, y entre medias, haces fotos. Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. La esencia de la fotografía callejera es retratar a gente anónima haciendo sus cosas, sin que ellos perciban que estás ahí, de tal modo que no posen. Lo cual complica un poco más el asunto, teniendo en cuenta que una de las reglas no escritas de este tipo de fotografía es que los teleobjetivos no están bien vistos, porque eso sería robar. Hay que jugársela: focales cortas, acercarse, hacer la foto, ser parte de lo que pasa. Pero para eso, hay que tener bastante coraje, un poco de cara y tirarse al ruedo.
En el caso de esta foto podríamos clasificarla como fotografía callejera light, ya que aunque está hecha con un 50, sin interrumpir la escena y sin que se enteren de que andaba por allí haciendo fotos (o lo mismo si se enteraron, pero tampoco hacían mucho caso) pues está hecha un poco lejos, las cosas como son. Lo suyo hubiera sido acercarse, ponerse a ras de suelo y tirar un par de tomas llenando el encuadre, pero bueno, para la próxima. De todos modos, la toma me gusta, aunque no es todo lo purista que debería ser. Los datos de la toma: f/1.4, 1/800, medición matricial, modo A, iso 100. a todos los efectos, demasiada velocidad y mucha apertura; es lo que tienen las prisas. En el revelado se han levantado las sombras y ajustado un poco el tono y el enfoque.
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